Siempre a tú lado
Nunca dejes que la frustración te ciegue al amor.
En un pequeño rincón de la gran ciudad, un hombre se enfrenta a un nuevo fracaso en la vida. Aquí una historia, una pequeña reflexión para no caer en la autocompasión y observar a nuestro alrededor a las personas que son importantes en nuestra vida. A no dejarnos vencer por nuestros propios pensamientos. A descubrir, de nuevo, a esa persona que sin dudar nos dirá: “Siempre a tú lado”
El sentimiento de fracaso te aparta del amor de tú vida.
Un comediante ama a su novia, pero un nuevo fracaso en el escenario lo convence de que lo mejor para ella es terminar con la relación. Sin embargo descubre que el amor entre ellos es verdadero a pesar de los problemas y decide que no puede perderlo.
Richard, un comediante, hace su show sobre el escenario, pero nadie parece reírse. Al terminar se encuentra en un oscuro camerino con su novia, que siempre lo apoya. Hoy es la fecha de su aniversario. Él decepcionado de un nuevo fracaso a decidido que la dejará al no sentirse capaz de estar con ella. Pero un pequeño obsequio lo hará recapacitar.
Soledad, fracaso, son dos palabras que si se arraigan en nuestra mente, son capaces de cegarnos, impedir que nos percatemos que a nuestro alrededor está la persona que confía, cree en nosotros y nos ama.
Mi deseo de contar esta historia, en apariencia simple, es explorar ese sentimiento de que no alcanzamos nada en la vida, de estar estancados en un lugar, sin tener una luz que ilumine el camino. Ensimismados no somos capaces de apreciar a las personas que nos tienden una mano de apoyo, amistad o amor. Siempre a tú lado, es una historia de carácter íntimo, personal, que de cierta manera, cada uno ha vivido en el transcurso de la vida. No busco inventar la rueda, sino re-descubrirla, volver al simple hecho de abrir los ojos y ver por fin a la persona que siempre estuvo a nuestro lado. A través de su personaje principal, un hombre solitario, se puede profundizar en las experiencias y emociones del público.
En muchas historias, el comediante es un ser triste. En su afán de hacer reír, él mismo está condenado a la tragedia. De aquí parte la historia de un hombre que desea sobresalir y solo encuentra obstáculos, siente la necesidad de auto-compadecerse, de ahogarse en sus pensamientos, viéndose unicamente a si mismo; ignora a la persona más importante en su vida. Debe tener cuidado, aunque no lo sepa, esta tirando demasiado de la cuerda que lo une a ella, un peligro latente de romper esta endeble unión.
Con una estética que recuerda el Cine Noir clásico, con humo de cigarros, un bar tenuemente iluminado, oscuro como el pensamiento del comediante. Con el suave sonido de un blues de fondo. Con la imagen del rostro del hombre derrotado, bajo la mirada de la mujer hermosa, que a pesar de todo lo ama.
Siempre a tú lado es una visión intima, de carácter sobrio, colores opacos con un fuerte contraste, con planos medios y cerrados en la mayor parte, donde prima la expresión de la mirada de los personajes. La luz artificial, de rebote, tenue, para resaltar el estado de ánimo. Mayormente predominan las sombras. La cámara con un lente de entre 35 – 50 mm, con el objetivo de obtener una apariencia natural sobre los personajes. Con sonido directo en los diálogos, la música de fondo es suave melodía.
Las locaciones de un bar típico, con sillas y mesas de madera, una pequeña tarima de madera, con una silla alta y un micrófono.
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